
Esta entrada en especial se la queremos dedicar a todas las personas con
autismo, pero principalmente a nuestros hijos Pablo y Javier.
Siempre creímos que fue el azar quien participo para que nuestros hijos con una discapacidad estuvieran a nuestro
cuidado. Pero ahora estamos seguras que Dios nos eligió a ser madres de estos
maravillosos hijos que cada día pone a desafío nuestra paciencia, nuestra confianza
en Dios y sobre todo nuestro AMOR. Estamos orgullosas de gritarle al mundo que tenemos un hermoso niño
especial. Es maravilloso, solo irradia
ternura y mucho cariño.
Nuestros hijos nos enseñan muchas cosas:
Nuestros hijos nos enseñan muchas cosas:
Que no hay peor discapacidad que la discapacidad afectiva que sufre mucha gente "sana y capacitada".
Que ser madre es aprender sobre las fortalezas que no sabía que tenía, y
hacer frente a los temores que no sabía que existían.
Que no hay que rendirse, hay que luchar y aprender en el camino, sin miedo,
sin dudas.
Que EL AMOR más puro del mundo está en el corazón de un ser especial, por su grandeza de pureza.
Cada día agradecemos a nuestros hijos habernos enseñado a sentir y vivir
feliz, celebrando cada simpleza o hallazgo por pequeño que sea. Y a comprender
que "se puede", que nosotras podemos ser felices teniéndolos, así tal
cual son, que la discapacidad no está reñida en absoluto con la felicidad. Y que todo depende de uno mismo y
de la fe que permanece dentro de nosotros.
Nuestros hijos son autista, pero son más que eso. Son bulliciosos, amorosos, alegres, graciosos,
tiernos, valientes, únicos, fascinantes, cariñosos, entusiastas y humanos...
Hoy en el día Internacional del Autismo queremos dedicarles a nuestros
hijos estas palabras que salen de nuestro corazón.
A ti mi pequeño ángel quisiera
regalarte el mundo entero, bajarte las
estrellas y hasta el mismo universo, crearte la canción más hermosa con una
simple tonada de mi voz. A ti mi pequeño
ángel lo mejor quiero regalarte.
Tú eres la luz de mis ojos, eres mi motor para seguir cada día, ilumíname
con tu sonrisa, con tu alegría, lléname de tu inocencia. Tu mi pequeña
bendición que hace latir a mi corazón, quiero regalarte la perfección de la
vida y compartirla a tu lado. Quiero mostrarte las cosas bellas y lindas que nos conllevan día a
día, a ti mi pequeño ángel mis mejores
tesoros te entregaré.
Deseo cada día verte despertar y sonreír, quiero guardar de ti cada instante, cada momento en los que te veo
feliz. Eres tú mi mayor felicidad, eres mi triunfo y mi verdad para ti mi pequeño
hijo te daría mi vida entera. Te quiero
No hay comentarios:
Publicar un comentario