
Inmediatamente caí en la cuenta de la necesidad de ponerme
manos a la obra, pues como madre contaba con algo de experiencia pero como
maestra ninguna.
El primer trimestre fue duro, este alumno era incapaz de
estar sentado, correteaba por la clase de esquina a esquina, se subía por las
mesas, encendía y apagaba la luz constantemente, se descalzaba; a esto se le
unía el que en la clase también había un grupito de niños especialmente
“movidos” y alguno conflictivo. Pero ha sido un verdadero acontecimiento ver
cómo poco a poco, con paciencia pedida y suplicada a Dios, la clase se ha
transformado.
Este alumno se ha convertido en algo especial para mí, él
sabe que me preocupo por él y por eso me busca y me regala todos los días su
mejor sonrisa. Incluso sus propios compañeros le acogen y le quieren es algo
conmovedor.
Muchas veces mirándole a él y a mi hijo se me hace evidente
el misterio de sus personas: ¡qué niños! ¿qué tendrán en la cabeza?, ¿cómo
puede existir una vida sin ser consciente de los deseos más bellos del corazón?,
¿qué sentido tendría entonces?. Y ha sido toda una sorpresa el ver respondidas
estas preguntas durante este tiempo.
Ahora este alumno está en primaria y no puedo dejar de estar
agradecida, se me hace más sencillo y ya puedo decir que tengo algo de experiencia,
aunque sea poca, como madre y como maestra en trabajar con niños con autismo.
En estos momentos me viene una frase a la cabeza, aunque
desconozco su actor: «... que podamos ver cómo la vida del hombre es toda ella
positiva en su objetivo final». Yo no sé si alumno como mi hijo se despertará
algún día, pero de lo que sí estoy convencida es de que cuando despierten en el
cielo allí verá cumplidas todas sus exigencias, serán consciente de que han
sido queridos, de que sus vida han sido enteramente positiva, porque han sido
un bien para mí: me ha hecho situarme ante la realidad en relación con el Señor
presente y vencedor. Ahora se me hace más evidente en qué consiste la utilidad
de la vida; la de mi alumno, la de mi hijo, la tuya y la mía.
TE FELICITO ... no se puede ser mejor persona .. como maestra ... como madre y como ser humano.. de corazón ...te felicito por ser tan ¡¡¡DIVINA!!! ...Gracias por este regalo .. Besotes
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