sábado, 8 de diciembre de 2012

Un doble regalo...

Soy Isabel, la mamá de Javi, como ya os he citado en entradas anteriores soy maestra de religión y desde hace varios curso tengo en una clase un niño autista. Cuando llegó al colegio y lo supe, lo primero que me vino a la cabeza fue mi hijo.  
Inmediatamente caí en la cuenta de la necesidad de ponerme manos a la obra, pues como madre contaba con algo de experiencia pero como maestra ninguna.
El primer trimestre fue duro, este alumno era incapaz de estar sentado, correteaba por la clase de esquina a esquina, se subía por las mesas, encendía y apagaba la luz constantemente, se descalzaba; a esto se le unía el que en la clase también había un grupito de niños especialmente “movidos” y alguno conflictivo. Pero ha sido un verdadero acontecimiento ver cómo poco a poco, con paciencia pedida y suplicada a Dios, la clase se ha transformado.
Este alumno se ha convertido en algo especial para mí, él sabe que me preocupo por él y por eso me busca y me regala todos los días su mejor sonrisa. Incluso sus propios compañeros le acogen y le quieren es algo conmovedor.
Muchas veces mirándole a él y a mi hijo se me hace evidente el misterio de sus personas: ¡qué niños! ¿qué tendrán en la cabeza?, ¿cómo puede existir una vida sin ser consciente de los deseos más bellos del corazón?, ¿qué sentido tendría entonces?. Y ha sido toda una sorpresa el ver respondidas estas preguntas durante este tiempo.
Ahora este alumno está en primaria y no puedo dejar de estar agradecida, se me hace más sencillo y ya puedo decir que tengo algo de experiencia, aunque sea poca, como madre y como maestra en trabajar con niños con autismo.
En estos momentos me viene una frase a la cabeza, aunque desconozco su actor: «... que podamos ver cómo la vida del hombre es toda ella positiva en su objetivo final». Yo no sé si alumno como mi hijo se despertará algún día, pero de lo que sí estoy convencida es de que cuando despierten en el cielo allí verá cumplidas todas sus exigencias, serán consciente de que han sido queridos, de que sus vida han sido enteramente positiva, porque han sido un bien para mí: me ha hecho situarme ante la realidad en relación con el Señor presente y vencedor. Ahora se me hace más evidente en qué consiste la utilidad de la vida; la de mi alumno, la de mi hijo, la tuya y la mía.

1 comentario:

  1. TE FELICITO ... no se puede ser mejor persona .. como maestra ... como madre y como ser humano.. de corazón ...te felicito por ser tan ¡¡¡DIVINA!!! ...Gracias por este regalo .. Besotes

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